Las ventajas de tener frío

Aunque nos pescó un poco tarde este año, es oficial…. es invierno y se siente.

Hace un par de años cuando me mudé a esta gran ciudad (yo la apodo la Ciudad de las Bestias, gracias Isabel, te lo tomo prestado con v de vuelta) lo que más me aterraba fuera del tráfico, la manejada, la estacionada y dónde vivir, era el frío.

Y es que yo venía de la Ciudad de la eterna primavera en donde usar flats y chanclitas todo el año no es la moda, son necesarias. Donde tener un par de botas se necesitan sólo para ir de viaje y las chamarras invernales son desconocidas. Es increíble que sólo a unos 80 kms de distancia (40 minutos) el cambio de clima es brutal. Lo que es más increíble es que los migrantes de la Ciudad Primavera insistimos en que el clima se va a acoplar a nosotros y no al revés.

Deben entender que para mí tener frío es de lo peor que me puede pasar. Me siento muy muy mal, así como si tuviera una gripa brutal. Envejezco como 50 años y me empieza a doler la espalda, las manos se me hacen de hielo  y los pies sé que están ahí porque los veo pero no necesariamente porque los siento. Y automáticamente quiero que se me quite, siento que es el fin del mundo y esté donde esté mi pensamiento predominante es: prefiero morir que tener frío.

Esto me ha causado muchos problemas, sobre todo en mis relaciones cuando decido que me TENGO que ir en este preciso momento de un lugar porque no aguanto ni un minuto más de esta tortura.

Otro tema es que el frío para mí siempre ha sido anti estético. Eso de parecer esquimal no es nada atractivo y sobre todo incómodo cuando tus brazos no te alcanzan para tomar el volante. Lo cual repercute terriblemente en las salidas sociales con la pregunta más desgraciada de todas ¿qué me pongo?

El frio rige tanto mi vida que de lo primero que pregunto cuando me muevo de mi zona (5 kms a la redonda) es: ¿Cómo está el clima? Y así me preparo.

Sin embargo, la vida es curiosa y después de encontrar el departamento perfecto (se acuerdan cuando dije hace un par de semanas los detalles que no calificaran para ser perfecto serían mínimos y tolerables???) descubrí que es excesivamente frío. Karma is a bitch. Tan frío que es necesario un outfit de departamento que incluye botas tipo Uggs, leggings térmicos y chamarra de invierno en un día casual con el sol a lo que da. Claro que exagero un poco porque ya sabemos que soy friolenta pero no se compara con mi depa anterior que era lo más acogedor.

Lo chistoso es que dentro de esta nueva vida he descubierto algo espectacular. El frío me activa. Por ende soy muchísimo más productiva. Desde que tengo frío he cocinado más, he tacleado pendientes que me dan la mayor flojera del mundo, me organizo más rápido, me levanto más temprano y me duermo a mi hora, no veo tanto la tele, salgo a caminar más, planeo actividades turísticas, me seco el pelo y me pongo más mona. ¿La razón de esto? No me quiero morir petrificada de frío, por lo tanto me tengo que estar moviendo constantemente para prevenirlo.

Eso me ha hecho pensar no sólo en mí, si no en la gente, los países y el mundo. Con razón existe tanta estructura, organización, planeación y estrategia en los climas brutales cercanos a los polos, es necesario para sobrevivir. Y se me olvida lo que es México, es un paraíso, estamos ubicados en el elixir del clima ¿Por qué tenemos que esperarnos a que las cosas empeoren para activarnos, para hacer algo, para sacar lo mejor de nosotros?

¿Qué pasaría si tuviéramos un poco de frío?

Saludos friolentos,

La Citadina.

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