Comencé a leer a Shari Lapena el año pasado de manera accidental. En mi recorrido habitual por una librería con nombre de personaje histórico, cayó en mis manos «La pareja de a lado». Me gustó la portada, leí la sinopsis y me sentí atrapado. Además estaba publicado por una editorial maravillosa como lo es SUMA, parte de Penguin Random House.
Descargué el Ebook de inmediato, no paré de leer a esta autora de Canadá. Antes de escribir, Lapena era abogada y maestra de inglés, había escrito algunas historias pero en 2016 lo dejó todo para dedicarse a la escritura. En tres años ha escrito tres novelas de suspenso en donde los personajes son capaces de hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren.
Sus libros, que recomiendo ampliamente, son: La pareja de a lado (2016), Un extraño en casa (2017) y Un invitado inesperado (2018).
Me fascina como expone la condición humana y como se pueden comportar las personas en situaciones límite. En sus tres libros, el pasado de los personajes juega un papel fundamental en la historia.
Lo maravilloso de la literatura es que quien la escribe puede hacer lo que quiera. Me gusta ver las fotografías de los escritores, muchas veces la imagen mental que uno podría tener de ellos es completamente opuesta a como lucen realmente. En las fotografías, Shari Lapena parece ser un pan de Dios, una señora de lentes encantadora que en cualquier momento te podría ofrecer una galletita. En su literatura, Lapena es violenta, agresiva y directa. Al lector lo lleva a ambientes tétricos en los que puede pasar cualquier cosa, nada es lo que parece y las personas aparentemente inofensivas resultan ser seres monstruosos.
El sábado terminé «Un invitado inesperado». Les dejo un párrafo, que en mi opinión sintetiza la literatura de Shari Lapena.
«Ha pasado mucho tiempo con estas personas en este fin de semana tan espantoso: ha conocido sus secretos; al menos, algunos de ellos. Todos se han abierto en canal. Y, aún así, todavía siente que apenas los conoce. Ha sobrevivido a este fin de semana solo para sacar de él algo desagradable: ha aprendido que nunca se conoce de verdad a los demás. Es aterrador. Porque no se puede estar segura, ¿verdad? Cuando salga de aquí y regrese al mundo, pensará en todas las personas que conozca como posibles portadores de maldad…»
Saludos intergalácticos.
Foto:
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