Los mexicanos somos mucho de refranes. Para entender cualquier suceso de nuestras vidas tenemos frases que explican lo sucedido. Las  palabras se juntan y nos ayudan a comprenden lo que está pasando. Sabiduría popular, dicen. Televisa tiene un programa llamado Como dice el dicho, en éste la historia se desarrolla a partir de un refrán. Las cosas no están bien aunque así lo creamos, siempre habrá un frijolito en el arroz; «Piensa mal y acertarás», dice el dicho. Como mexicanos somos unos mal pensados, no nos basta una explicación sensata, nos encanta el morbo y si se derrama sangre, mejor. El sadismo nos acompaña.

El gobierno nos ha tomado la medida, saben que nuestros pensamientos divagan y que nos gustan las historias torcidas. Para justificar la absurda guerra contra el narcotráfico (Sangre Inocente) desde la  administración calderonista se ha criminalizado a las victimas y si no fuera el caso, se mancha su nombre. Se enfrentan grupos rivales y mueren personas inocentes y que dice la justicia: tenían nexos con el crimen organizado. NO ES CIERTO, la persona asesinada no tenía nada que ver. Entonces ¿Que hacía por esa zona? Pues por ahí vivía. Mmmm, es una zona de delincuentes, algo hacía mal. ¿Ser pobre? Si, eso, ser pobre.

En mayo pasado una mujer fue asesinada en Ciudad Universitaria, UNAM. La noticia causó revuelo y la sociedad se manifestó por la falta de seguridad. Había muerto una persona y las autoridades argumentaron lo siguiente: reprobó varias materias, no era alumna de la UNAM y fumaba marihuana. Las declaraciones no tenían razón de ser, nada justifica un feminicidio y menos esas sandeces.

La prensa no se queda atrás en los malos pensamientos. El Tecatito Corona dio un gran partido contra Honduras en la eliminatoria mundialista, tuvo un problema, abandonó la concentración y no estuvo presente en el cotejo contra Estados Unidos. El sospechosismo estuvo a la orden del dia; se especuló de todo. Indisciplina, fiestas, mujeres, soberbia y dopaje. Al parecer Corona tuvo un problema familiar muy fuerte. Por qué ese afán de hacer leña del árbol caído.

El gobierno y la prensa crean historias donde no las hay, pero esto es un reflejo de la sociedad mexicana que se alimenta de chismes y absurdos.