Escribir la columna de los lunes es complicado, no por la falta de ideas, al contrario. Todo el tiempo ando pensado que escribir, a veces algunas cosas raras, otras chistosas, sexuales en su mayoría y también reflexiones chabacanas sobre la vida. Este viernes Adorable Pollito escribió “Locura Virtual” citando una canción de Jamiroquai en la cual se critica la dependencia de las personas hacia la tecnología. Quizás Adorable Pollito no lo recuerde pero yo fui quien lo introdujo al sonido funk de la banda inglesa en septiembre de 2004 cuando empezábamos la licenciatura en ciencias de la comunicación. Si, hace ya casi trece años.
Después de leer “Locura Virtual” decidí escribir “Cazadores modernos”.
En 2005 tomé el curso de Teorías de la Comunicación II con la Doctora Marilu Casas, que en paz descanse, Adorable Pollito era compañero de aula y estoy casi seguro que nos sentábamos juntos a lado del buen Juanelum. En dicha clase conocimos a la Escuela de Frankfurt y a teóricos como Horkheimer, Adorno, Marcuse, entre otros grandes pensadores. Herbert Marcuse considera que el ser humano no está sometido a la alienación al trabajo sino a la alienación del progreso de la técnica, es decir a la tecnología. ¿Qué pensaría el autor de “El hombre unidimensional” si viviera hoy en día?
Los adelantos tecnológicos cambian la forma en la que nos relacionamos con los demás y como nos comportamos. Antes cuando alguien llegaba a un lugar decía: buenos días, buenas tardes o buenas noches. Ahora llegamos y de inmediato pedimos la clave del WIFI o buscamos el enchufe más cercano para que nuestros dispositivos móviles no mueran, los menos previsores preguntan también por el cargador. Nos la vivimos cazando redes inalámbricas y electricidad para seguir conectados aunque a nuestro alrededor existan personas de carne de hueso y un mundo real.
¿Qué hacemos sin celulares o anexos? Es lo peor que nos puede pasar porque nuestro margen de maniobra se ve muy reducido. ¿Cómo podemos llegar a algún lugar sin waze o google maps? ¿Cómo pedir transporte sin uber? ¿Música sin spotify? ¿Recuerdos sin fotografías? ¿Risas sin memes? Los celulares nos han quitado la capacidad de improvisación y el ingenio. Hace unos años visitaba a muchos clientes en Santa Fe, aún no había waze y siempre llegaba a la cita, obviamente me metí unas perdidas de antología. Hoy en día si no tengo pila o datos para usar el waze me pongo a llorar.
A veces es bueno ir a comer o salir a la calle sin celular, les puedo asegurar que no pasa nada, el mundo no se detiene porque no mandemos un mensaje o no subamos una foto de lo que estamos haciendo. En donde si considero que es necesario el móvil, es el baño, las cosas salen mejor cuando uno está entretenido. A todos esos cazadores digitales, me incluyo, les digo que nos relajemos un poco y le demos más importancia al mundo real.
Saludos intergalácticos.
Hahaha cuando se te olvida el cargador …
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