Que difícil se me hace,
mantenerme en este viaje
sin saber a donde voy en realidad.
A los chilangos nos gusta decir que vivimos en ciudad más grande del mundo, la realidad es que es la segunda más grande de América Latina después de Sao Paulo. Aún así, vivir en la CDMX resulta agobiante, muchos decimos que ya nos iremos pero aquí seguimos. A algunos no nos apasiona del todo nuestro trabajo pero aquí seguimos, con más preguntas que respuestas. Inmersos entre gente y más gente, el movimiento feroz en las calles está presente desde antes que salga el sol pero los chilangos somos adictos al frenesí. La provincia nos parece lenta y predecible. Un día en la CDMX siempre será una aventura, no sabemos a donde vamos, a veces estamos cerca de quebrarnos, pero aquí seguimos.
Personas de otras partes de la república creen que somos prepotentes, que nos creemos los dueños del país, la CDMX podría ser un país, viven más personas que en otras naciones. No creo que seamos soberbios, es la defensa para las personas que están compitiendo desde que despiertan, por ganar un lugar en el metro, un lugar de estacionamiento, unos segundos al reloj. No importa el nivel socio económico, siempre habrá competencia, eso si, los medios serán distintos, muy distintos.
Que difícil se me hace,
mantenerme con coraje,
lejos de la tranza y la prostitución.
La CDMX, como el país, a veces exige pasar sobre la ley para lograr nuestros objetivos. Veo como muchos suben como la espuma haciendo chanchullos. Con los años he aprendido que no hay nada mejor que dormir temprano aunque a veces nuestro sueldo no vaya acorde a nuestra preparación. El que tranza no avanza, quienes somos mexicanos lo hemos escuchado desde la infancia, de esta manera se acepta algo ilegal, con una rima. Hablar de prostitución no solo es hablar que alguien esté vendiendo su cuerpo, está la prostichamba, cuando a alguien le pagan cacahuates porque hay poco trabajo y muchos interesados.
En una ciudad llena de furia, desigualdad, odio, tranza, prostitución, lo único que nos saca adelante es el coraje y el amor propio.
Saludos intergalácticos.
