Leí, por primera vez, a Arturo Pérez Reverte en el año 2003. Acababa de publicar «La reina del sur» y mi papá compró el libro; mi papá y mi mamá se lo devoraron. Yo no era ni un cuarto del lector que soy hoy en día pero lo leí rapidísimo.
Con el tiempo he leído más novelas del escritor español; «El tango de la guardia vieja», «Territorio comanche», «Ojos azules», «El francotirador paciente», «Los perros duros no bailan», los tres libros de la zaga de Falcó y actualmente estoy leyendo «El pintor de batallas». Cada libro me gusta más su manera de escribir y como plantea las circunstancias que determinan a sus personajes.
Reverte, antes de ser escritor, fue reportero de guerra; profesión que realizó desde los 19 años. Conoció de primera mano las atrocidades que ocurren durante los conflictos bélicos. Puede ofrecernos diversas lecciones en torno a la condición humana. Ha experimentado de cerca la fragilidad de la vida y lo latente de la muerte
La presentación de «Sabotaje», tercera entrega de Falcó, estaba programada a las 17:00 el domingo 25 de noviembre en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara. Llegué al recinto en donde sería la cita a las 15:30 con el afán de tener el mejor lugar, fui el segundo en la fila y el asiento que conseguí fue maravilloso. El libro fue presentado por Alma Delia Murillo, escritora mexicana, autora de «El niño que fuimos».
La expectativa que tenía por ver al autor ibérico fue superada con creces. Ha sido de las personas más lúcidas que he tenido la fortuna de escuchar.
Mencionó frases excelente que son dignas de recordar:
«La sociedad occidental se está suicidando al ocultarnos la realidad.»
«El amor es una mentira de alta calidad.»
«Lo que me interesa en mis novelas, son las lealtades.»
«El peor mal de la humanidad es la estupidez.»
Parafraseo una idea que me encantó, más o menos decía lo siguiente:
Se han perdido valores fundamentales como el honor y la lealtad. Los chicos de hoy no leen y no tienen capacidad de superar la frustración, de todo se quejan, estamos dejando un mundo de gilipollas, cómo dicen los mexicanos, preguntó. El auditorio respondió al unísono, pendejos.
Saludos integalácticos.
Foto: http://www.milenio.com/cultura/falco-una-lealtad-en-busca-de-una-causa