Por razones históricas futbolísticas modifiqué mi post para este lunes. La Selección Mexicana de Fútbol derrotó a la Selección Alemana de Fútbol por uno a cero en el primer partido de ambas escuadras en el Mundial de Fútbol, Rusia 2018.
Era el 1ero de diciembre de 2017, conocimos a nuestros rivales para Rusia 2018. Alemania, Corea del Sur y Suecia. La televisión tomó al DT de México, el colombiano Juan Carlos Osorio, sonrió al saber que se enfrentaría a la campeona del mundo en Brasil 2014. Cuando lo entrevistaron para conocer su opinión sobre los rivales, quedé impresionado, el colombiano sabía muchísimo de sus oponentes; nombres, clubes en los que militan, fortalezas, debilidades y formaciones. Osorio ha demostrado ser todo un profesional en su trabajo.
La era Osorio ha sido cuestionada por la cantidad de rotaciones que ha hecho. Además, por dos marcadores escandalosos; el 7-0 frente Chile en la Copa América Centenario y el 4-1 ante Alemania en la Copa Confederaciones 2017. A pesar de los sinsabores, México clasificó al Mundial 2018 de manera tranquila, objetivo principal de Juan Carlos, recordemos que a Brasil se llegó de repechaje.
En la entrevista posterior al sorteo, me impresionó la claridad y pasión con la que Osorio hablaba del fútbol, sus movimientos escondían algo. Los últimos meses hablé mucho con mi amigo Martín del Palacio, periodista mexicano que trabaja para la FIFA, me explicó algunos conceptos tácticos del colombiano. Empecé a seguir a Pepe de Bosque y a Juan Manuel Navarrete en twitter, quienes desmenuzan las estrategias del entrenador. Señores y señoras, el triunfo de México no fue obra de la casualidad, es el resultado del arduo trabajo del cuerpo técnico y de los jugadores.
Antes del partido de ayer, especialistas y no especialistas decían que la selección no jugaba a nada, que Osorio debía marcharse. Pareciera que la gente disfrutaba destrozando al Profe Osorio y a sus pupilos. El «Pelado» Almeyda dejó a las Chivas y ya se daba por hecho que sería el próximo entrenador del tricolor cuando aún no se debutaba en Rusia 2018. Increíble, ¿no? Un pesimista de la oficina, el viernes 15 de junio, dos días antes del partido; decía que lo mejor era despedirlo ese mismo día, que el Tuca aún podía llegar a Rusia a dirigir.
Olvidemos el glorioso resultado. Analicemos al colombiano; hombre trabajador, íntegro, educado, políglota, respetado por los jugadores, no se mete con la prensa, no busca reflectores y aún así la mayoría lo quiere fuera. Sus rotaciones son polémicas pero los resultados se han conseguido. ¿Qué más queremos?
Como aficionados y sociedad somos buenos para criticar y destruir. No investigamos ni analizamos más allá de los medios de comunicación con mayor influencia. No estamos acostumbrados a los procesos ni al orden. Sí las cosas no salen como queremos, tiramos todo a la basura. No hay continuidad en los procesos ni cada cuatro años ni cada seis.
Con el triunfo no somos los mejores y si hubiéramos perdido no seríamos los peores. Alemania sigue siendo contendiente al título y son el mejor ejemplo de los procesos y las estructuras sólidas. El entrenador del combinado alemán, Joachim Löw está en el cargo desde el 2006 y antes fue el segundo a bordo, bajo su batuta los teutones ya fueron campeones del mundo. En México ningún DT ha estado más de un ciclo mundialista.
Cada país merece a la selección de fútbol que tiene. Hemos tenido una gran suerte en que Juan Carlos Osorio sea el entrenador nacional. No sé si siga para el próximo ciclo mundialista pero el señor es tan estructurado que ya piensa en los nuevos talentos para Catar 2022.
¿Fuera Osorio?
Saludos intergalácticos.