Buenos días

Recientemente escucho mucha obsesión por los famosos “morning rituals”. Es todo el furor y no sólo en el mundo del bienestar, sino en el de los famosos entrepreneurs.

Me divierte escuchar lo que hacen personas súper exitosas en sus mañanas porque en realidad las mías son bastante caóticas y sobre todo diversas. Cuando me puse a reflexionar sobre el tema me di cuenta que no tengo una rutina, me gusta fluir con el humor en el que me despierte. Sin embargo, no pude evitar pensar que si la gente súper exitosa tiene un ritual es porque de algo ha de servir.

Empecé a poner más atención a las rutinas. Algunas muy sencillas como hacer una pequeña meditación, otros escriben, otros se ponen 3 metas al día. Y luego yéndonos al mundo healthy encontré de todo. Desde tomar un vaso con agua, hacer un mega menjurje con limón y agua tibia y quien sabe cuánto, el famoso limpia lenguas y oil pulling, ejercicio, en fin. Me di cuenta que si me ponía exigente probablemente me tendría que despertar a las 3am y empezar exhausta mi día. Además de que no se me antojaba hacer nada de eso.

Me puse a pensar en lo que quería que fuera mi ritual en la mañana y lo primero que se me vino a la mente fue que quería consentirme. Porque de por sí ya la levantada la sufro y la idea de tener que enfrentar un día de trabajo a veces es abrumador. Pero al mismo tiempo quería algo positivo para empezar el día con el pie derecho. Quería algo para ayudar mi salud pero igual para sentirme productiva.

Y así fue como empezó mi ritual.

Puse mi alarma para media hora antes (gran sacrificio para mí) y empecé… a leer y tomar un gran vaso de agua.

Leer es algo que me encanta pero siempre me ha faltado tiempo para hacerlo, en las noches me da sueño rápido y en el día en realidad no hay muchos momentos para hacerlo y realmente disfrutarlo. Empezar a hacer esto en la mañana le da un giro a mi mañana porque empiezo haciendo algo que me encanta. Para muchos podría ser hacer algo más activo como hacer ejercicio pero para mí nada como empezar la mañana tranquila, en cama y leyendo.

En 2 semanas llevo terminados 2 libros y voy a la mitad del tercero. Así que además de empezar contenta me siento súper productiva.

Y el vaso de agua es porque recientemente me dijeron que estaba un poco deshidratada y estoy intentando tomar más agua durante el día. Empezar el día así me ayuda 1) a despertarme y 2) crear un buen hábito.

Y ustedes ¿tienen una rutina para empezar su mañana? Si sí los invito a compartirla en la sección de comentarios abajo.

Saludos,

La Citadina.

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