Hace un tiempo La Citadina escribió un post sobre la importancia de tender la cama. Esta acción ayuda a crear disciplina y generar un buen hábito, por eso en el ejercito son tan estrictos con esta práctica, no sólo se enfocan a que los soldados la hagan, también les debe de quedar perfecta.

En ese post La Citadina tocó un punto que me pareció interesante. Si tienes un buen día regresas a casa y tu cama está tendida, continúa la inercia del buen día. Por el contrario, si tu día es muy malo por lo menos el lugar en el que duermes estará en perfectas condiciones. Quizás hasta olvides que tuviste un mal día y pienses en algo más. El orden es el perfecto aliado de la disciplina y el progreso.

Tender la cama diario es sólo el comienzo. Después empecé a hacer ejercicio, me fijé la meta de leer cuatro libros al mes y en promedio llevo cinco en este año. Disfruto mucho escribir pero no lo hacía de manera constante, desde que inicié este blog solamente no he subido post semanal en una ocasión. Los resultados no llegaron de la noche a la mañana, pero una vez que comenzaron a llegar mi vida es más estructurada y he logrado metas que me parecían imposibles.

Creo, fervientemente, que no es cuestión de inteligencia o talento para que alguien cumpla sus sueños; por supuesto que importa aunque no es el factor principal. En muchas ocasiones los talentosos se confían y empiezan a ser superados por los constantes y disciplinados. Ahora, imaginemos a alguien talentoso y disciplinado.

Empiecen por tender sus camas.

Saludos intergalácticos.