Jugada clave que puede definir el campeonato, el delantero entra al área y esquiva de manera vistosa a un defensa, aparece un segundo de frente, atrabancado y con las manos extendidas intenta estorbar. El goleador tira al marco, mano clarísima del defensor que todo el mundo ve, no hay duda, será pena máxima. Para sorpresa de todos, el árbitro no marca penal. El balón fue a la mano argumenta el colegiado. La decisión fue benéfica para un equipo poderoso, de mucho dinero. Es común que un equipo “chico” sucumba ante los intereses del poder.
De las cosas importantes, el fútbol es la menos importante. Si un equipo no es campeón no pasa nada. La afición y los jugadores llorarán pero se van a recuperar y tendrán otra oportunidad de conquistar un título. Lo alarmante es cuando personas comunes y corrientes son víctimas de los abusos del poder, de la injusticia y de la impunidad. Da asco que una menor sea ultrajada y la justicia le dé la espalda, que un juez esté tarado y prácticamente diga: la vagina fue a los dedos. Parece broma, ¿no?
El juez tercero del distrito judicial federal de Veracruz, Anuar González Hemadi, concedió un amparo a Diego Cruz Alonso, uno de los cuatro “Porkys” acusados de pederastia y abuso sexual en contra de Daphne Fernández en enero del 2015, en ese entonces menor de edad. Con el amparo el violador de Cruz Alonso podría obtener su libertad próximamente. La tesis del juez fue la siguiente:
“Le tocó los senos, le metían sus manos debajo de la falda, y (Cruz Alonso) le introdujo sus dedos por debajo del calzón y se los introdujo en la vagina, pero no observa una intención lasciva ni intención de ‘copular’, por lo que lo sucedido no se considera un acto sexual ni intención lasciva, sino un roce o frotamiento incidental”.
¿González Hemadi será papá? ¿Tendrá una hija? Cómo es posible que alguien diga que un ultraje fue un roce incidental. No tengo la fortuna de ser padre pero tengo una sobrina que es mi adoración, con ella paso muchos fines de semana, puedo imaginar un poco el sentimiento de impotencia del padre de Daphne. ¿Cómo le hará el Sr. Fernández para no salir a matar a esos desgraciados?
Los cuatro violadores pertenecen a familias influyentes de Veracruz; amigos de corruptos, rateros y también de ex gobernadores jarochos, la crema y nata, alta suciedad veracruzana. No es casualidad que los Porkys sean del mismo estado que el ex gobernador y prófugo Javier “Marrano” Duarte. Pobres de los puerquitos que se hace tanta alusión a ellos en referencia al estado de la Verdadera Cruz, pero el lugar ha presenciado muchas cochinadas: desvío de fondos, periodistas asesinados, fuerte presencia del narcotráfico, tratamiento con agua destilada a niños con cáncer e impunidad a granel.
En los últimos años Veracruz ha dado mucho de qué hablar pero lo triste es que los temas de corrupción e impunidad no son exclusivos de un estado. En el país la justicia protege a quienes tienen poder e ignora a quienes no lo tienen. Las penas máximas se las llevan los “chicos” y la autoridad se hace de la vista gorda con los “grandes”. Duarte está prófugo, Moreira desvió fondos, se solapa a los Porkys, por otro lado Mireles se refunde en la cárcel y Daphne Fernández resulta ser la verdadera culpable por su condición de mujer. Tengo la esperanza que la presión ciudadana logre que los verdaderos malandrines estén en los penales.
Saludos intergalácticos.