NO

Por supuesto que voy, te veo ahí. Ya estoy en camino, llego en 5 minutos. El correo te llega en cualquier momento, lo estoy mandando ahorita. Te marco a primera hora el día de mañana. No sé si pueda, lo más seguro es que sí. Tengo un compromiso familiar muy importante. Mi abuelita está muy enferma y tengo que ir al hospital.

Los mexicanos siempre tenemos excusas y damos largas porque nos cuesta mucho trabajo decir: NO. No tengo hambre, no tengo ganas, no puedo, no se me antoja, simple y sencillamente NO QUIERO. ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo decir la verdad? ¿Por qué mentimos tanto? ¿Por qué no decimos lo que sentimos o lo que pensamos? ¿Por qué no tenemos  huevos?

En  el año 2007 empecé a trabajar en la oficina de programas internacionales en la universidad en la que estudié; acudía a clases y también chambeaba. Convivir con personas de otros países me dio otra perspectiva de la vida. En ese semestre conocí a Simón, un danés diez años mayor que yo. El danesio y yo nos llevamos de maravilla y hasta la fecha tenemos comunicación. Simón Limón me enseñó  a viajar, a hostalear, a ser más práctico y a ser un verdadero fanático del Barcelona. Jugábamos fútbol juntos y enfiestábamos como los grandes.

El día después de una gran borrachera llegué a la escuela y lo vi, me acerqué muy emocionado y empecé a comentar lo sucedido la noche previa. Me saludó cortésmente y me dijo: en este momento estoy haciendo tarea, después voy al gimnasio y luego comeré. No creo tener tiempo para hablar contigo este día, se puso los audífonos y siguió trabajando. Los mexicanos somos muy sensibles, en ese momento yo sentí horrible. Ahora entiendo que lo único que dijo fue decirme la verdad. Simón Hasklov me enseñó a ser lo más honesto posible y a aceptar la verdad.

Viví año y medio en Europa y en cierta manera ya estaba acostumbrado a la franqueza europea, pero no dejaba de llamarme la atención que mis amigas dijeran, hoy no saldré de bares porque tengo pereza, así de sencillo, por flojera. No tuvieron que matar a sus abuelitas o a sus perros, no dijeron que harían todo lo posible por llegar, desde un principio dijeron la verdad. ¿Por qué los mexicanos somos tan esquivos?

Hace poco tuve una ruptura amistosa con un brother que conozco desde los doce años. Espero que algún día limemos asperezas. Lo mandé a la chingada porque nunca era claro para no quedar mal, al final quedaba peor por omitir o por no decir la verdad. A raíz de eso empecé a decir lo que siento, a no ser ambiguo y ser lo más claro posible. Para mi sorpresa, mi nueva forma de ser ha sido muy bien aceptada. Las personas me dicen, que bueno que seas honesto, hoy en día nadie dice la verdad.

En este país el presidente dice que ya no habrá gasolinazos, los colegas dicen que el correo está saliendo, los amigos ya están “llegando” a la reunión cuando aún no salen de sus casas, los esposos dicen que están en juntas de negocios cuando en realidad están en juntas de ombligos. En México queremos que nos digan la verdad. YA NO SEAMOS MENTIROSOS.

Saludos intergalácticos.

Un pensamiento en “NO

  1. me encanta este post! por que me identifico contigo. Yo era de las mexicanas que siempre inventaba pretextos. En Europa aprendi a decir las cosas de frente y a no poner pretextos tontos. Ahora cuando no quiero ir algun sitio simplemente digo la verdad.

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