Hace poco leí un post de mi adorada gurú Danielle LaPorte en donde nos enfatiza la importancia de “dejar espacio para el misterio”. Y con esto nos explica que no siempre vamos a encontrar una explicación para todo o una solución para cada problema. En el afán de ser una mejor persona y tratar de entender el mundo a veces nos clavamos en encontrar el porqué de todo (o al menos yo así lo hago). Recurrimos a la lógica y si ésta no nos da una respuesta nos vamos por otros caminos. Algunos se van por lo esotérico, otros por lo espiritual, otros por los caminos de la energía. Pero la realidad es que ni las estrellas, ni el karma, ni la filosofía a veces nos pueden dar una respuesta que deje nuestra mente satisfecha y el corazón en paz.

Recientemente me he encontrado con situaciones a las que no le encuentro sentido ni razón. La amiga que había encontrado el amor y en menos de una semana lo que parecía estar sustentado por concreto se desvaneció con la rapidez que pasa una nube en el cielo. Un amigo que perdió una amistad de años sin saber por qué ni por dónde pero de la nada se quedó sin amigo y sin explicación alguna. Una amiga lidiando con los estragos de perder a un ser querido que era el más querido por todos.

Y es que nos encontramos con gente que se enferma cuando son las personas más sanas, que el amor incondicional desvanece de un segundo a otro, que la gente más nefasta se aferra años a la vida sin dejarnos en paz y que la gente más querida e increíble dejan de formar parte de este mundo.  Y todo esto sin una razón lógica, sin alguna explicación.

Y esto nos aterriza en una realidad mortal en la que con humildad debemos aceptar que no somos todo poderosos ni todo conocedores. Somos humanos viviendo en la tierra con muchos misterios sin resolver. La ciencia nos ayuda a saciar la curiosidad pero ¿por qué no dejar espacio para los misterios? En los misterios también suceden cosas que no se explican, curaciones milagrosas, casualidades perfectas, tiempos encontrados, amores a primera vista y suerte de principiantes.

Mi sugerencia para hoy es un poco dejarnos ir como gordito en tobogán. Aventarnos sin miedo, cerrar los ojos y gritar de la emoción de que no sabemos dónde vamos a caer pero seguro que en un lugar mucho mejor del que nosotros mismos teníamos planeado.

Y es que dejar lugar para el misterio en la vida es dejar espacio para que la vida se ponga creativa, darle una oportunidad para sorprendernos y soltar las riendas y confiar en algo mucho más grande que misteriosamente nos llevará justo al momento, lugar y mentalidad en la que debemos estar.

Démosle un respiro a la mente, una pausa a los planes y desconectémonos del control.

Saludos misteriosos,

La Citadina