Mex Appeal surge por el amor y la pasión que le tengo a las letras. Me fascina leer y escribir. El nombre lo tomé, prestado, de una conferencia que dio el escritor mexicano Xavier Velasco en Casa de América en Madrid. A Xavier lo he visto en varias presentaciones de libros, algunos suyos, otros no. El viernes 24 de febrero del presente año en el marco de la FIL de Minería asistí a la presentación del libro más reciente de Velasco, “Los años Sabandijas”. Después de la presentación se realizó la firma del libro.
La presentación fue a las 16:30 hrs, la oportunidad para que el escritor chilango estampara su firma en mi ejemplar llegó a las 22:30 hrs. Xavier me reconoció de presentaciones anteriores y porque varias veces tuvimos conversaciones vía Twitter. Aproveché para decirle que estaba usando el nombre de Mex Appeal para mi blog y para la cuenta de instagram. Se emocionó al saber que yo había hecho esa cuenta, misma que su esposa y él siguen, no tuvo ningún problema en prestarme el nombre. Abusando de su confianza le pedí autorización para publicar sus columnas en este blog, su respuesta fue un rotundo SI. Cuando me retiré de Minería aún quedaban muchas personas en la fila para que el ganador del Premio Alfaguara 2003 firmara sus libros.
Al día siguiente llegué a la FIL a las 10:00 hrs para la presentación del libro “Escritos de un incierto peregrino” de Carlos Mendoza – Álvarez en la cual estaría Juan Villoro. El hijo del filósofo Luis Villoro es de los escritores más reconocidos de México. Mi idea era conversar con él y pedirle que me dejara publicar su columna en Mex Appeal, lo mismo que con Velasco. Juan no llegó debido a que tuvo otro compromiso, me desilusioné un poco pero conocí a un autor que no conocía y logré hablar con él.
A media semana viendo los eventos que tendría Librerías Gandhi, me percaté que el miércoles 1 de marzo estaría Juan Villoro, en la sucursal de Miguel Ángel de Quevedo, conversando con el, también, escritor mexicano Fabrizio Mejía Madrid. Llegué temprano y estuve en primera fila, la charla fue un verdadero deleite. Al final me acerqué a Villoro, le pedí una foto conmigo, charlamos un poco de fútbol y le pregunté si podía subir sus escritos al blog. Una vez más, la respuesta fue SI.
Hace un año y medio un profesor de la carrera y tocayo de Velasco me invitó a participar en un proyecto. Preparamos una propuesta de comunicación para el partido político Movimiento Ciudadano, ésta era para la comunicación, únicamente, en el Estado de México. El diputado Jacobo David Cheja tenía la decisión final. Asistimos puntualmente a la cita para presentarle el proyecto al diputado, él llegó mucho tiempo después argumentando una agenda muy apretada, no pidió ninguna disculpa. Su actitud fue prepotente y nos pidió que hiciéramos la presentación de manera concisa porque tenía prisa, constantemente veía su reloj y revisaba su celular. No nos dieron el proyecto.
La semana pasada charlé con dos de las plumas más agiles de este país, dos personas muy inteligentes, reconocidas a nivel mundial. Los dos platican de manera amena con sus seguidores y siempre tienen buena cara ante el público, aunque lleven más de 7 horas en una firma de libros. Velasco y Villoro saben muchísimo y son muy sencillos, Cheja es un representante de la ciudadanía, un empleado nuestro, y mira por debajo del hombro a los demás. Jacobo David Cheja es un payaso.
Velasco llegó a la FIL en moto. Villoro arribó en taxi a la Gandhi y estoy seguro que se fue caminando porque vive muy cerca. Cheja acudió a nuestro encuentro en una camioneta sumamente lujosa. Velasco llevaba puesta una camisa hindú. Villoro, fiel a su costumbre, vestía camisa y saco. Cheja portaba un traje que se veía carísimo y un reloj muy ostentoso. Lo más triste es que el diputado representa a un partido cuya filosofía es de izquierdas, él pregona igualdad social pero por qué gasta tanto en su persona. Es una pena que las personas que gobiernan este país tan desigual sean arrogantes y sólo busquen enriquecerse.
Menos Chejas, más Velascos, más Villoros. Menos políticos, más escritores.
Saludos intergalácticos.