Soy la clásica a la que bullean siempre que me quiero ir de alguna fiesta, reunión o cena. Normalmente esto pasa porque son como las 8:00pm y todos me dicen que apenas está empezando lo bueno y yo de “abuela” ya me quiero ir. Yo no sé si la gente piensa que lo hago porque me caen mal, porque tengo algo mejor qué hacer o porque soy una amargada y prefiero quedarme en mi casa lamentándome en la obscuridad. Yo me voy porque me quiero ir ya está. Éste ha sido tema de toda mi vida.
En mis años de MÁS juventud que de la que gozo ahora (que sigue siendo una muy buena juventud por cierto) hubo un momento en el que me podía desvelar más pero creo que era por el famoso FOMO (fear of missing out – miedo a perderte de algo) lo que me impulsaba. Alguna vez mi querida fuente de sabiduría Aurora me dijo que éste sentimiento se me quitaría con la edad y dicho y hecho se me quitó lo único que me impedía de irme a la hora que se me pegaba la gana sin importar cuantos reclamos recibiera. Ahora sí tenía problemas.
He buscado durante años entender y justificar esta necesidad de irme de los lugares antes que los demás. Por un tiempo me fui con la idea de que para mí es súper importante dormir y que no soy una persona funcional sin mis 8 a 9 horas de sueño. Pero recibía críticas y comentarios como los de: ¿Dormir? A la tumba, Sólo se vive una vez, Una buena desvelada vale la pena, No te vas a acordar de las noches en las que te fuiste a dormir temprano…. Y así. La realidad es que sí soy en general una persona más agradable cuando duermo mis horas pero esto no es exactamente la razón por la que me voy temprano.
Hace tiemposalió un libro que se llama Quiet de Susan Cain. Confieso que no lo he leído pero a raíz de su boom en los medios me clavé un poco en el tema y me identifiqué 100%. Y la razón de mi escapismo crónico es que soy super introvertida. La cosa es que la gente tiene la percepción de que es muy fácil diferenciar un introvertido de un extrovertido de manera tradicional.
La realidad es que cuando hacemos la comparación de Extrovertidos vs. Introvertidos a veces lo asociamos algo así como: social y antisocial, ruidoso y callado, alegre y serio, bueno y malo. Y por ende Introvertido es igual a aburrido y serio.
Pero lo que me ha enseñado toda esta nueva información es que la mayor diferencia entre estos 2 tipos de personas es esta: la gente extrovertida recarga su energía estando con otras personas, la gente introvertida recarga su energía estando solos. Aja! Y ahí estaba la respuesta a todos mis dilemas sociales.
Quiero dejar claro que ser introvertido no quiere decir que estamos hablando de una persona que en vez de hablar susurra, de alguien que tiene muy pocos amigos, de alguien que ni muerto puede hablar en público, ni ser capaz de ser el alma de la fiesta. Ser introvertido significa que recargamos energía solos, no con gente.
Ser introvertido no significa que no podamos ser un Bill Gates que construyó un imperio tecnológico, que no podamos ser un productor hollywoodense como Steven Spielberg, que no podamos ser presidente de un país como Barak Obama o que no podamos ser una actriz como Meryl Streep. Todos ellos son introvertidos declarados y aceptados.
Así que hoy estimados lectores los quise dejar con un poco más de información sobre la humanidad, esperando entusiasmadamente que poco a poco nos ayuden a entender a los introvertidos que deambulamos por este mundo lleno de gente. Somos bien buena onda de verdad, los queremos y la pasamos increíble con ustedes. Y para seguir siendo así de increíbles es indispensable que nos dejen irnos de la fiesta.
Saludos introvertidos,
La Citadina.
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