Where you goin’ with the mask I found?
Si, soy un imbécil. ¿Cómo me veía buscando dónde no era? Te reías de mi a carcajadas. ¿Verdad? Volteando el depa como estúpido en busca de evidencias, llegaste y todo estaba tirado. Yo lloraba de desesperación, mientras aventaba cosas. Juraba que me eras infiel, necesitaba comprobarlo, estaba sediento de pruebas, me estaba desquiciando. Volví a tomar, me volví a drogar y ésto solo aumentó mi ansiedad. Desde que la conocí no hizo otra cosa que volverme loco, más bien, permití que me volviera loco.
En ningún cajón había muestras de otro cariño. Un amigo ingeniero me ayudó a meterme en las entrañas de su celular y de sus correos electrónicos, no había absolutamente nada. Dicen que él que busca encuentra, pero en este caso no había rastros de una infidelidad. Pensé, es un hecho que me será infiel, así lo creía. Entonces empecé a hacerlo yo, de este modo, si ella lo hiciera ya estábamos a mano. Venganza anticipada, en su momento me parecía una maniobra inteligente, el tiempo me mostró que fue una gran pendejada.
Recuerdo perfecto esa cena de fin de año de su trabajo, me presentó como su novio pero le sonreía a todos. ¿Qué ganaba haciendo eso? ¿Por qué lo hacía? ¿Era cortesía o buscaba volverme loco? Su jefe fue muy atento conmigo y no hizo otra cosa de mencionar lo mucho que ella hablaba de mi. En verdad la estimaba, dudo que hubiera algo entre ellos, era un cariño paternal, él la veía como la hija que ya no vivía en la casa familiar y ella como el padre que murió cuando era niña. Regresando a casa, le armé un pancho porque conocía a todos, era obvio, llevaba años en la empresa.
Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe. Nunca le encontré nada pero ella me cachó dos movidas que fueron suficientes para que me mandara al diablo. Me dijo mil cosas, me hizo sentir muy mal, me lo merecía. Por eso tus celos malditos, el león piensa que todos son de su condición. Te vendiste como un santo y resultaste ser un demonio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio.
En mi manía absurda de encontrar sus máscaras, las mías salieron a la luz.
Saludos intergalácticos.