¿Te acuerdas cuando nos volvimos a ver? No te reconocí, eras otro. Hasta la voz había cambiado, te deshiciste del acentito de barrio; de verdad te puliste mucho. Te saludé con mucho gusto, también te agradó verme pero no fuiste tan efusivo, en los niveles en que te mueves está mal visto expresar lo que se siente. ¿Qué ha sido del buen Bernardo? Te pusiste tenso, apretaste mi mano, Bernie, ahora soy Bernie.
Bernie, Bernie, Bernie; siempre serás Bernardo Pérez López, aquel chico tímido y talentoso para el fútbol. Nosotros vivíamos en un fraccionamiento, tú en la colonia popular de un lado pero tus talentos con el balón hacían que todos te respetáramos. Se te veía en la ambición en la mirada. Veías las casas del lugar con deseo, sabías que algún día tendrías una así, lo conseguiste aunque te llevaste a la gente que te quería entre las patas.
Con el tiempo la timidez se fue, se adoptamos como a uno de nosotros. Esos dotes de orador te llevaron a estudiar leyes, de ahí empezaste a despuntar. Fue en la oratoria y en esos cursos de auto ayuda que te hiciste multimillonario. Verte en el estrado era ver a un rockstar, casi me la creo. ¿Por qué le creemos a un charlatán? ¿Por qué están tan de moda estos cursos de superación personal?
Me extrañó que el gran Bernie P. me llamara llorando en la madrugada. Después de tantos años sigues obsesionado con María, tus mejores años fueron con ella a tu lado, lo que no entendiste nunca es que no le importaba tu dinero, le importabas tú. Te dejó definitivamente cuando desconociste a tu padre en público, eso lo mató de tristeza. Yo me enteré mucho después, me dio mucho gusto verte cuando nos reencontramos pero tu mirada estaba llena de mierda.
Hasta cierto punto escucharte llorar, me alegró, ver al gran Bernie vulnerable. Recordé nuestras primeras borrachearas al ritmo de José José; a pobres y ricos los une el príncipe de la canción. Te quejabas de este mundo injusto y lamentabas tener sólo unos jeans. ¿Recuerdas como se te llenaron los ojos de lágrimas? Ahora vistes caro, muy caro; no quiere decir que vistas bien, vistes caro sólo porque es caro. De hecho, debo de admitir que la ropa se te ve horrible.
Espero que puedas recuperar a María porque es la única mujer que te ha querido. A un charlatán como tú, sólo el una mujer lo puede cuadrar. Tengo entendido que ella no te puede ver ni en pintura, no sólo porque mataste a tu padre y tus aires de grandeza, le mentiste muchas veces y la cuerneaste en múltiples ocasiones. Fuiste bendecido con el don de la palabra pero por otro lado tienes una ambición asquerosa. A pesar de todo, estás a tiempo de salvarte.
Saludos intergalácticos.
Para este pequeño relato me inspiré en Bennie and the jets de Sir Elton John. La canción no habla de nada de lo que escribí, pero la empecé a escuchar y salió esto.