Nunca estamos solos

Hace un par de semanas escuché una historia increíble de un astronauta. Está claro que hay ciertas profesiones en las cuales el simple hecho de que nos cuenten un día de su trabajo es una gran aventura. Ser astronauta definitivamente cae en esta categoría. Sin embargo, la historia fue sumamente diferente a lo que esperaba.

Claro que involucraba estar en el espacio, una misión y una complicación. Podría ser un Apolo 13 cualquiera, pero la reflexión del astronauta fue lo que me resonó tanto. La historia va un poco así:

Michael J. Massimino aplicó tres veces a la NASA y la última fue la vencida. Logró entrar y lo pusieron a trabajar en un proyecto que implicaba reparar un telescopio en el espacio. Entrenó durante 5 años para esta misión y cuando por fin estaba allá afuera, en el espacio, algo salió mal. Se barrió una tuerca y su mundo se empezó a venir para abajo.

Lo curioso de la historia es ese sentimiento de completa y absoluta soledad que sintió este hombre. La perspectiva de voltear a ver el mundo como un circulito lleno de millones de personas, vidas, bosques, playas, países a tal distancia fue algo que impactó muchísimo.

El narrador cuenta cómo se sintió tan desolado cuando estaba fallando su misión. Quisiera decir que no me imagino que lo que ha de ser sentir tanto silencio, tanta distancia, tanto aislamiento, pero la realidad es que me identifiqué mucho con él.

Lo curioso fue que cuando regresó de su misión se dio cuenta de que había muchísima gente pensando en él, esperándolo, trabajando desde la tierra para apoyarlo y sustentar el éxito de su misión. Fue cuando se dio cuenta de que no estaba solo, nunca lo estuvo ni un segundo y a tan lejana distancia.

Esta historia me hizo sentir más humana. A veces siento que estoy sola en el mundo y que no tengo a nadie. Y aunque no sea astronauta y no conozco el espacio, me identifiqué completamente con sus sentimientos. Lo curioso es que a veces el consuelo viene de saber que otras también se sienten igual que tú y entonces mágicamente dejamos de estar solos.

Lo que sea que sintamos, estoy segura que alguien, en algún lugar del mundo se siente igual que tú en este preciso instante. Y no se ustedes, pero a mí, eso me hace sentirme acompañada en las buenas y en las malas.

Saludos,

La Citadina.

Si quieres escuchar el episodio del podcast donde escuché la historia lo puedes hacer aquí: https://themoth.org/radio-hour/astronauts-family-trees-and-drips

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s