El truco del pajarraco

“Ya los pajaritos cantan…”, repetimos, cumpleaños tras cumpleaños, como quien echa mano de un conjuro para invocar de golpe la alegría. Ahora mismo que escribo estas palabras me llegan del jardín los trinos y gorjeos de varios avechuchos que hacen tersa la tarde y jovial el quehacer, sin siquiera el deber de alimentarlos. Es por eso que en nombre de los pájaros se escribe toda clase de canciones, poemas o inclusive discursos, si lo que se pretende es llegar a las zonas blandas de la audiencia. Por alguna razón apenas razonable, identifica uno la pureza, la inocencia y las nobles intenciones en palomas, gorriones y otras aves canoras en nada parecidas a nosotros, pero en teoría idénticas al Espíritu Santo.

Cuentan que Fidel Castro y sus esbirros adiestraban palomas para que aterrizaran sobre el hombro del líder en el momento clave del sermón. Un truco muy barato, especialmente si se le compara con el precio que desde entonces pagan las víctimas de aquellas engañifas y sus ya tumultuosos descendientes: gente que se habituó a vivir enjaulada sin escuchar más canto que el del líder. Muchos años después, también Alan García recurrió al viejo ardid de las palomas para hacerse de nuevo presidente de todos los peruanos, y tras algunos años de magia malhabida terminó por pegarse un tiro en la cabeza.

Entre tantos amantes de las aves metidos a alborotadores de masas –puede que sea al revés, en realidad– cabría destacar el encuentro inicial del presidente Nicolás Maduro con un mentado pájaro que lo sobrevoló, al interior de una pequeña iglesia, cantó para él y le hizo percibir, según contó después ante las cámaras y la familia Chávez, la presencia espectral del comandante muerto. Parece ser que algún tiempo después el pájaro volvió, pero ya no se limitó a trinar sino que le contó en perfecto español al mandatario cuán orgulloso estaba de su pueblo, entre otras emotivas confidencias. Es decir que en un solo pase mágico, el gorrión se le convirtió en perico.

La magia es peligrosa, por supuesto. Los magos no dan cuenta de sus artimañas, aparecen las cosas y las desaparecen, para solaz de un público que ha pagado por que se le encandile, y es así que celebra con aplausos aquello que en distinta situación tendría que llevar al tramposo a la cárcel. Porque al cabo la gente le concede a la magia facultades en tal medida extremas que acaban por creerle al primer charlatán que hace volar un pájaro hasta su hombro, o bien le endilga dotes de cotorra y condición angélica, en beneficio propio y perjuicio de cándidos y crédulos. Para quien todavía se permita dudar de los poderes mágicos de Nicolás Maduro y su camarilla, no está de más citar estudios muy recientes según los cuales la pobreza extrema alcanza ya al 96% de sus compatriotas. Va de nuevo: noventa y seis de cada cien venezolanos viven hoy día en la total miseria. A ese precio les ha salido el pajarraco.

A pesar de los grandes avances de la ciencia, las alas están lejos de hacerse transferibles, por más que haya millones de gaznápiros listos para colgárselas al primer merolico que les cante al oído. Pues al fin no hace falta que el pájaro en cuestión articule sus propios pensamientos, ni que exponga premisas y razones, si basta con oírle canturrear para intuir que el mensaje nos llega desde el cielo y que sólo un espíritu mezquino pondría en duda magia tan evidente. ¿Y no es, por cierto, mágico, que todo nos resulte inexplicable?

Atendiendo a las meras evidencias, gente como Maduro, Castro y Chávez no han sido más que pájaros de cuentas, cuyo paso ha dejado carencias y penurias inefables, amén de servidumbre, opresión y abyección infinitas entre los ciudadanos, degradados a compañeros en desgracia. Que a todo esto aún lo envuelva una cursilería francamente inmamable es motivo sobrado, cuando menos, para ir echando mano de una resortera.

Este artículo fue publicado en Milenio el 11 de marzo de 2023, agradecemos a Xavier Velasco su autorización para publicarlo en MEX APPEAL.

Foto:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-64519006

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s