- Un extremista nunca se equivoca. Esa certeza es toda su coartada.
- Propietario moral de la razón, el extremista se concede el permiso de perderla de aquí al fin de los tiempos.
- Los extremistas solamente engañan a quien le da ilusión ser engañado.
- El temor al error, el temor al horror, el temor al ridículo: los tres primeros miedos que pierde el extremista (no por fuerza en ese orden).
- El extremista encuentra en el odio y la rabia un oportuno antídoto contra la compasión y un práctico anestésico de la conciencia.
- Desde la furia cívica del extremista, lo deseable siempre es impostergable, especialmente cuando no es posible.
- Para los extremistas, negociar es vergüenza, pactar sería un crimen y cumplir su palabra una traición.
- No pocos extremistas lo son por herencia. Aprenden desde niños a quejarse por presuntos despojos ancestrales y ejercen el rencor a manera de culto consanguíneo.
- Según los militantes del extremismo, el raciocinio no es más que el bastón de la obediencia ciega.
- El extremista exhibe sus virtudes con la coquetería de quien cree poseer un alma fotogénica.
- En el lenguaje fatuo del extremista, incluso las palabras más emocionadas son un mero ejercicio de chulería.
- Ya sea para ejercerla o censurarla, el extremista sólo entiende la risa a partir de la burla.
- El extremismo es un intento exasperado de capitalizar demasiados fracasos.
- Los extremistas son rehenes del espejo. No se preguntan “¿qué hice?”, sino “¿qué tal me vi?”.
- Desde el cerebro aséptico del extremista, albergar una duda sería contraer una infección moral que muy probablemente acabaría en gangrena.
- No sin candor asume el extremista que su cursilería es un secreto.
- Los extremistas son perpetuos acreedores. Nunca acabará el mundo de pagarles.
- Ante el tribunal de su buena conciencia, el extremista es a un tiempo testigo, policía, juez, fiscal y verdugo.
- Según sea la ocasión, la lógica extremista entiende la evidencia como calumnia o acepta la calumnia a modo de evidencia.
- Extremista es aquel que fabrica enemigos para ganar devotos.
- El extremismo crece y se reproduce donde la frustración se hace epidemia.
- Los extremistas son predicadores convertidos a la piromanía.
- Antes cambia de extremo el extremista que ceder al chantaje de la sensatez.
- El extremismo es a la convivencia lo que la sosa cáustica a la piel de un bebé.
- Quieren los extremistas que la imparcialidad nos avergüence.
- ¿Cuán gordo será el ego del extremista, que se oculta detrás de todo un pueblo?
- Los extremistas piensan que los fines más nobles son fruto de los medios más atroces.
- De la falsa modestia a la falsa humildad, el extremista sueña con reflectores.
- Los extremistas tienen la piel delgada y tullido el sentido del humor.
- El extremismo busca ser gestor y ejecutor de la ley de la selva, a la vez que la voz del buen sentido. Tal es su ingenuidad y al fin su ruina.
Este artículo fue publicado en Milenio el 13 de diciembre de 2025, agradecemos a Xavier Velasco su autorización para publicarlo en MEX APPEAL.
