La magia latinoamericana

En este artículo pretendo echar de cabeza mi completa y absoluta ignorancia sobre un par de temas, pero qué más da, estamos aquí para aprender.

Vengo regresando de un viaje a Colombia patrocinado por mi trabajo. Los que han viajado de trabajo saben la desilusión que puede producir el hecho de viajar por ejemplo a una playa y no poder pisar la arena. Pero afortunadamente en este viaje tuvo mucho tiempo libre lo cual me permitió explorar esquinas de este increíble país.

Debo empezar por contarles que mis expectativas sobre este viaje no eran bajas, eran super bajas pero al recorrer las calles de Medellín éstas empezaron a desvanecer. Si tuviera que describir en una frase lo que vi sería: una ciudad en medio de la selva delimitada por montañas. Eso es Medellín, verde por todos lados.

En mi tiempo libre me dedique a entrar y salir de tiendas que podría parecer unas de las actividades menos recreativas pero resultó todo lo contrario. Lo que descubrí fue una parte de la esencia de la ciudad que los colombianos dominan: Medellín es una meca de diseño. Y precisamente es aquí en donde empecé a romper con mis propios paradigmas.

Verán, toda mi vida he pensado que lo mejor está al norte. Cuando en la escuela me enseñaron que México era parte de Norteamérica me sentía feliz de estar más allá que p´ acá. Latinoamérica lo sentía inferior, menos desarrollado y en general más chafa (aquí es donde demuestro mi total y absoluta ignorancia, disculpen ustedes). Pero lo que descubrí en este viaje fue otra cosa.

En cada tiendita a la que entraba encontraba calidad, creatividad e innovación a la máxima potencia. Sentí el calor de Latinoamérica, sentí el cariño de una cultura amigable y contenta, sentí un clima privilegiado rodeado de escaparates más finos que los pre fabricados en avenidas americanas. Los escaparates llenos de naturaleza y vida. Me encontré con telas estampadas de colores inspiradas en las amazonas, en algo real, vivo y tangente.

Encontré diseños incomparables, una autenticidad envidiable y la esencia de una cultura plasmada en todo, desde un traje de baño hasta las calles pintorescas de un pueblo de Antioquia.

El conteo total de Starbucks fue de 2 y sorprendentemente de 1 Mc Donald´s. Cuando eso me sorprendió me di cuenta de algo… de lo plagado que está México del vecino del norte. Tal vez esto no se refleje en cada rincón de nuestro país pero definitivamente en la capital siempre nos sentimos felices cuando llega una tienda o marca de Estados Unidos. Dejamos a un lado lo típico, lo de nuestro país, los colores, los textiles, la artesanía y lo sustituimos por marcas, por lo ordinario, por lo que nos dicen que está de moda (en el norte).

Hoy los invito a deleitarnos con nuestro clima, por nuestras tradiciones, por los colores, los diseños y lo nuestro. Veamos nuestro país con ojos de extranjero: como exótico, lleno de vida, rodeado de naturaleza y paisajes de verdad.

Recordemos que si nos quieren poner un muro para separarnos del norte… ¡qué mejor! El sur tiene más onda.

Saludos latinoamericanos,

La Citadina.

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