Desde que tengo uso de razón mi papá, el Dr. Hernández Pineda, siempre me inculcó la música de “The Beatles”, crecí al ritmo de “Yellow submarine”, “She loves you”, “All you need is love”, entre otras tantas excelentes rolas. El conjunto de Liverpool ha sido parte de mi vida.
En julio de 2011 mi papá sufrió una convulsión, ésta ocurrió un sábado por la madrugada, lo cual siempre he creído que fue una imprudencia de su parte, a quién se le ocurre enfermarse cuando sus hijos están de fiesta. Para ser honestos yo estaba un poquito mareado. Vi a mi viejo cuando acababa de salir de la tomografía, al verlo me quebré y me puse a llorar cual escuincle al que se le termina el helado.
Él aún estaba atolondrado por las descargas de energía que sufrió su cerebro, pero me dijo: “Jefe, no llores, todo está bien. En unos años llegaré a los 64 como decían John y Paul.”

El mes pasado, 12 de julio para ser exacto, el Doc cumplía años; desde las 12:00 pm hora de Barcelona estuve tentado de llamarlo para sorprenderlo y desearle un feliz día, no lo hice porque no quería irrumpir el sueño de mis progenitores. A 15:00 horas de Barcelona, recibí un mensaje, mi papá se me adelantó y me escribió: “Jefe, si llegué a los 64.”, como ya anda muy adelantado tecnológicamente, en el mensaje incluyó una nota de audio, me quebré cuando escuché, “When I´m 64”.
No sé si yo llegue a los 64, pero me gustaría ser tan chingón como mi papá.

Saludos intergalácticos.

Escrito el 12 de agosto de 2014.